En una cárcel me encuentro sin rejas ni carcelero.
En una cárcel me encuentro sin que nadie se dé cuenta.
No tiene paredes frías ni ventanas estrechas.
No estoy falto de aire fresco ni sol que me caliente.
Puedo ver a los que me rodean y tocar si así gustase.
Como lo que me apetece y cuando quiero.
Me divierto como los demás fingiendo alegría.
Mi cárcel es mi propio cuerpo y su reo mi corazón.
En una cárcel me encuentro sin rejas ni carcelero.
En una cárcel me encuentro sin que nadie se dé cuenta.
ROMUALDO.
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