¿Cuantas balas he tirado hasta ahora?
Ya ni lo recuerdo.
Me vine a esta guerra para defender al débil de la opresión del cacique. Pero el objetivo cambia y el resultado no tiene nada que ver con mis expectativas.
Te ordenan entrar en los pueblos y dispara sin preguntar.
Te dicen que así nos protegemos del enemigo, y sin embargo solo veo niños y ancianos con la cara desencajada.
¿Cómo puedo seguir creyendo en esta guerra si mi corazón sufre con cada bala que sale de mi arma?
Sencillamente, ya no creo.
No creo ni en esta ni en ninguna guerra.
No, mientras los únicos que mueran sean los inocentes.
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