Esta San Pedro a las puertas del cielo, cuando de pronto aparecen tres individuos que llegan juntos.
Como es normal San Pedro les pregunta por que motivo han subido al cielo. Así que le pregunta al primero.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues verá –dice el primero- yo me acababa de comprar un coche y fui a enseñárselo a mi mujer. Subí al piso y ya en la habitación le enseñaba el coche por la ventana cuando vi que un tipo me intentaba robar el coche. Claro, no me pude contener, cogí el armario y al tirarlo por la ventana me caí con él y así llegué aquí.
- Bueno –dijo San Pedro- esta bien pase para adentro.
Después le preguntó al segundo tipo.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues el caso –decía el segundo- es que no tenía nada que llevarme a la boca. Entonces vi un coche flamante del paquete y no pude aguantar las ganas de robarlo. Pero cuando estaba en ello sentí un fuerte golpe y me vi aquí.
- Esta bien –dijo San Pedro- pase también.
El caso es que le llega el turno al tercer tipo.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues no estoy muy seguro –decía el tercero- por que yo me encontraba en la cama con una mujer, pero de pronto me dijo –que viene mi marido, corre metete en el armario- Le hice caso y . . .
Como es normal San Pedro les pregunta por que motivo han subido al cielo. Así que le pregunta al primero.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues verá –dice el primero- yo me acababa de comprar un coche y fui a enseñárselo a mi mujer. Subí al piso y ya en la habitación le enseñaba el coche por la ventana cuando vi que un tipo me intentaba robar el coche. Claro, no me pude contener, cogí el armario y al tirarlo por la ventana me caí con él y así llegué aquí.
- Bueno –dijo San Pedro- esta bien pase para adentro.
Después le preguntó al segundo tipo.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues el caso –decía el segundo- es que no tenía nada que llevarme a la boca. Entonces vi un coche flamante del paquete y no pude aguantar las ganas de robarlo. Pero cuando estaba en ello sentí un fuerte golpe y me vi aquí.
- Esta bien –dijo San Pedro- pase también.
El caso es que le llega el turno al tercer tipo.
- Haber buen hombre, dígame por que está aquí.
- Pues no estoy muy seguro –decía el tercero- por que yo me encontraba en la cama con una mujer, pero de pronto me dijo –que viene mi marido, corre metete en el armario- Le hice caso y . . .
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