Siento que me encuentro perdido.
Abandonado en un callejón sin salida.
La gente pasa a mi alrededor como una estampida de animales salvajes.
Me sortean para no detenerse en su ansia de avanzar, pero no saben si soy un objeto o una persona.
Nada para mí es nuevo.
Estoy acostumbrado a ser nada.
Siempre he sido muy bueno en pasar desapercibido; desde mi muy lejana infancia, me he comportado como me han dicho y callado como querían que fuese.
Por lo menos se que soy bueno en algo.
Pero algo en mí me come por dentro.
Me dice que ya basta de ser así.
Me doy media vuelta entre esa gente… y comienzo a caminar en contra de ellos.
Primero con pasos cortos. Luego empiezo a subir el ritmo y termino corriendo por esa calle tropezando contra aquellos “animales” que siguen el ritmo establecido.
Todos con aquellos que tropiezo me insultan y llaman la atención.
Me río. Aunque no se si es por que me siento alguien o por que me siento FELIZ.
ROMUALDO.
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